Jerarquía
El concepto de Jerarquía es la más sublime garantía de la evolución, de la perfección, de la existencia de un orden inteligente que impregna y dirige el Universo. Simbólicamente, en el vértice de la Pirámide de la Manifestación se concentran, radiantes, la Plenitud y la Florescencia de todas las potencialidades. Allí se consuman los tiempos y los espacios, allí se da la reabsorción y la reasunción de toda la Diversidad en el Uno, el pináculo de todo cuanto existe.
Si la Inteligencia Divina no penetrase todos los niveles y todos los espacios, el Futuro no existiría; nada nos impulsaría ordenada e inexorablemente hacia el perfeccionamiento y hacia la conquista de la Sabiduría y de la verdadera Libertad (o liberación de las amarras de la Materia).
La Sabiduría es una dádiva del Orden Universal y, desde las más remotas y soberanas moradas del Espíritu, proviene y pasa de mano en mano, en una interrumpida Cadena de Luz. Ella llena todos los mundos y todos los niveles vibratorios y, así, a cada instante llega a todas las criaturas –incluso a las más humildes, incluso a las que pueden parecer más ínfimas o imperfectas-, en la justa y adecuada medida de su capacidad de participación y asimilación.
Todo esto, no en vano, es posible porque “vivimos, nos movemos y tenemos nuestra existencia” en el seno de la prodigiosa Vida de Dios. Somos carne de su Carne, sangre de su Sangre, luz de su Luz; estamos hechos de la Sustancia Divina. Por eso somos bendecidos, porque el Río de la Vida corre, fecundo y exuberante por nuestros corazones y por nuestras manos.
En verdad, de acuerdo con las parábolas de las antiguas escrituras, todos somos elegidos. Todos somos hijos pródigos. Todos somos criaturas divinas caminando hacia la certeza de la Redención.
Y, en Algún Lugar, en un trecho de esta inmensa escalada, es posible entonces vislumbrar la maravillosa Belleza y la portentosa Promesa contenidas en el concepto de Jerarquía. Esa es la Razón (la verdadera razón) por la que las Entidades que la corporeizan (y en ella se sitúan) escogieron reverenciar y hacerse representar bajo el escudo de ese mismo nombre. Ellos son Los que, con lúcida certeza, ya alcanzaron este magno significado y objetivo de la Manifestación, queriendo dar testimonio de él a la inmensa multitud que Los sigue por detrás en el camino.
La existencia de la Jerarquía está basada en el respeto por lo que está más “arriba” y en el amor por lo que está más “abajo”. Si no fuera así, se rompería la cadena y se extinguirían los eslabones de unión. La Consciencia de la Unidad es la cimentación indestructible de la Fraternidad de la Luz Universal.
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