Egrégoras 1
Las egrégoras son poderosas unidades colectivas de naturaleza psicoenergética que se generan nuclearmente alrededor de una idea, de una persona, de un grupo, de unos gustos o de un hábito. O sea, de un polo aglutinador vigoroso y progresivamente cohesivo.
Se asemejan a las células, constituídas de núcleo (o foco que las reune alrededor), plasma (una atmósfera psicológica común donde cohabitan los múltiples intervinientes) y membrana envolvente (un cinturón magnético que delimita su espacio psicológico y su esfera de acción).
Pueden ser también ser comparadas a nubes cuyas gotas son cada vez más numerosas. La naturaleza afín de esas gotas suscita cambios magnéticos y modos de comunicación a muchos niveles, Gravitan, pues, unas en torno a las otras, generando una tensión –una energía- que podemos cualificar de “eléctrica”. Mientras, se da otro fenómeno relevante: la fuerza colectivamente generada es superior a la suma de la fuerza de las unidades separadas.
De hecho (y ahora en cuanto al fenómeno en lo humano) esta fuerza exponencial es tal que, por regla general, automatiza y esclaviza a cada ser que integra (y nutre) esta forma colectiva, de manera que va poco a poco destituyéndole de su individualidad, de su querer y de su propio gusto. Solamente en formas grupales cuyos elementos psicológicos sean de una naturaleza muy elevada –con cierta participación de elementos de las esferas superiores al plano mental concreto- se puede superar el riesgo de degradación y de esclavitud del “yo personal”.
Tales degeraciones y alineaciones pueden ser encontradas en las egrégoras de innumerables sectas e Iglesias, de núcleos no pensantes congregados alrededor de figuras idolatradas (incluso, de falsos gurús), de masas fanáticas de clubs deportivos, de diferentes movimientos políticos y/o militaristas (el nazismo fue un exponente terrible de ese fenómeno), de círculos de consumo generalizado de drogas, de medios de eufórica diversión colectiva, etc.
Parte relevante del servicio de algunos discípulos e iniciados de 1º Rayo y de 5º Rayo consiste precisamente en un esfuerzo orientado en el sentido de disgregar tan antievolutivos campos de fuerza. Es un trabajo oculto –aunque a veces con una contraparte visible- que se reviste de la mayor importancia, como podréis comprender en vista de lo expuesto. A su vez, servidores en la línea del 2º, 4º y 6º Rayos han conseguido llevar a cabo la formación de algunas egrégoras poderosas –pero aún relativamente raras- de tónica evolutiva, en el ámbito de las cuales han sido posibles excelentes resultados efectivos. En estos casos, la postura de anulación personal existente (autoelegida) en el seno de tales egrégoras asume predominantemente la dirección de la entrega consciente a un todo mayor, transpersonal o grupal.
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